Esta es una pregunta que me planteo ya que como ya sabemos por más que queramos enseñar algo a un niño, él aprende de la experiéncia, con lo que ve que hacemos nosotros, el dicho: haz lo que yo te diga, y no lo que yo haga, no tiene mucho sentido ya que los niños aprenden de lo que ven, y por mucho que les digamos las cosas si nosotros estamos actuando de forma contraria ellos nos copiarán.
Y con esta contradicción nuestros hijos se encuentran diariamente, he recuperado un texto de Emilia Reggio que nos detalla muy bien como aprenden los niños, y cómo los adultos interferimos en su aprendizaje de la vida.
"El niño está hecho de un ciento".
El niño tiene:
cien lenguajes, cien manos
cien pensamientos.
Cien maneras de pensar,
de jugar, de hablar. Cien.
Siempre cien maneras de escuchar,
de maravillarse del amor.
Cien gozos al contar y entender,
cien mundos por descubrir.
cien mundos por inventar,
cien mundos por soñar.
El niño tiene cien lenguajes
(cientos, cientos y cientos más)
...pero, le roban noventa y nueve.
La escuela y la cultura
separan la cabeza del cuerpo.
Le dicen al niño:
piensa sin manos,
haz sin cabeza,
escucha y no hables,
entiende sin emocionarte,
ama y maravíllate sólo en
Pascua y Navidad.
Le dicen al niño:
descubre sólo el mundo
que ya hay...
y de los cien, le roban
noventa y nueve.
Le dicen al niño:
El trabajo y el juego,
la realidad y la fantasía,
la ciencia y la imaginación,
la razón y el sueño,
son cosas que no van juntas...
Así le dicen al niño que el ciento no está ahí.
El niño dice:
de ninguna manera, el ciento está ahí.
L.Malaguzzi
Reggio Emilia. Italia
Pensemos en ello cuando le digamos a un niño, "NO, eso no se hace así"
Esther Vega
No hay comentarios:
Publicar un comentario