A veces a los padres les resulta difícil saber qué es lo que les pasa o reclaman los bebés. Tenemos que entender que la única forma que ellos tienen para comunicar sus necesidades es a través del llanto.
Dentro del vientre de la madre, tenían todo lo que ellos necesitaban: calor, alimento, ruidos, movimientos y unas sensaciones que ya conocían y a las que estaban acostumbrados.
De pronto, pierden ese paraíso y descubren un lugar extraño, dónde no conocen nada, dónde el calor de su madre se ha sustituido por una cuna fría, solitaria y sin movimientos ni ruidos y entonces los bebés expresan con su llanto todo lo que los molesta o necesitan.
Los bebés aprenden de sus padres qué pueden esperar de este nuevo mundo, según la forma como satisfagan sus necesidades. Si son atendidos inmediatamente a sus demandas o si los dejan llorar hasta que se callan por agotamiento. En el primer caso se sentirán queridos y valorados y en el segundo caso creerán que no vale la pena esforzarse porque no obtienen los resultados que desearían.
Una necesidad muy importante que tienen incluso más que la comida, es la necesidad de contacto físico, cogerlos y abrazarlos les hace sentirse seguros, queridos y valorados, “y no por ello se mal acostumbran” , simplemente a todo el mundo nos gusta que nos abracen y consuelen.
En cualquiera de estas ocasiones la Reflexología Infantil puede ser para los padres un aliado perfecto, aun cuando no sepamos que necesitan los bebés, la sensación de sentir que les están atendiendo será suficiente, pues vuestras manos en su piel les aportará tranquilidad, confianza y seguridad.
Tocar sus pies les produce placer y fortalece el vínculo entre padres e hijos. Además de liberarlos del estrés de la infancia y podéis estar seguros que crecerán conservando en la memoria el bienestar que sienten cuando sus padres juegan con sus pies.
Dentro del vientre de la madre, tenían todo lo que ellos necesitaban: calor, alimento, ruidos, movimientos y unas sensaciones que ya conocían y a las que estaban acostumbrados.
De pronto, pierden ese paraíso y descubren un lugar extraño, dónde no conocen nada, dónde el calor de su madre se ha sustituido por una cuna fría, solitaria y sin movimientos ni ruidos y entonces los bebés expresan con su llanto todo lo que los molesta o necesitan.
Los bebés aprenden de sus padres qué pueden esperar de este nuevo mundo, según la forma como satisfagan sus necesidades. Si son atendidos inmediatamente a sus demandas o si los dejan llorar hasta que se callan por agotamiento. En el primer caso se sentirán queridos y valorados y en el segundo caso creerán que no vale la pena esforzarse porque no obtienen los resultados que desearían.
Una necesidad muy importante que tienen incluso más que la comida, es la necesidad de contacto físico, cogerlos y abrazarlos les hace sentirse seguros, queridos y valorados, “y no por ello se mal acostumbran” , simplemente a todo el mundo nos gusta que nos abracen y consuelen.
En cualquiera de estas ocasiones la Reflexología Infantil puede ser para los padres un aliado perfecto, aun cuando no sepamos que necesitan los bebés, la sensación de sentir que les están atendiendo será suficiente, pues vuestras manos en su piel les aportará tranquilidad, confianza y seguridad.
Tocar sus pies les produce placer y fortalece el vínculo entre padres e hijos. Además de liberarlos del estrés de la infancia y podéis estar seguros que crecerán conservando en la memoria el bienestar que sienten cuando sus padres juegan con sus pies.
1 comentario:
Relacionado con la reflexologia podal en bebes, el Masaje Shantala también tiene técnicas orientadas para este fin.
http://tenerifemasajeshantala.blogspot.com/
www.masajeshantala.com
Elena Melián
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