No hay normas ni métodos infalibles cuando se trata de educar a un hijo, cada persona es diferente y ha tenido unas experiencias en su infancia y su vida que le llevan a educar a sus hijos de una forma u otra. Pero seguramente todo el mundo tiene la necesidad de sentirse querido y por eso sería necesario intentar reconocer las necesidades y las emociones de los niños.
Yo aprendí a través de cursos, charlas, libros y experiencias sobre las emociones infantiles y aún sigo sorprendiéndome. Hay investigaciones que han demostrado que durante la gestación, nacimiento y primera infancia se crean los cimientos de la forma de ser más profunda y carácter de los niños.
Cuando una mujer se queda embarazada, ya desde el momento de la fecundación, el feto tiene una percepción emocional que le es transmitida a través de su madre ya que están unidos a nivel mental, emocional y fisiológico y esta percepción perdura hasta los dos años de edad.
Estaría bien que el feto pudiera pensar cuando su madre está triste, preocupada, angustiada o estresada que esos sentimientos no le pertenecen, pero el solo puede sentir y hacer suyo, todo lo que sucede en el día a día de su madre lo va inscribiendo a lo largo de la gestación, y lo va sintiendo como algo propio.
Por esa razón es tan importante controlar el estrés continuado durante el embarazo, y crear momentos de relajación durante el día, ya que de ese modo ayudamos al bebé a nivel emocional y físico.
También es muy positivo que el padre se vincule con el bebé hablándole, cantándole, de ese modo acabará reconociéndole y creando un vínculo que le transmitirá calma.
Una vez el bebé ya ha nacido, este seguirá unido a su madre y su percepción emocional será una de las formas para aprender y comunicarse con su entorno, por esa razón hay que saber atender las necesidades de los recién nacidos.
Yo aprendí a través de cursos, charlas, libros y experiencias sobre las emociones infantiles y aún sigo sorprendiéndome. Hay investigaciones que han demostrado que durante la gestación, nacimiento y primera infancia se crean los cimientos de la forma de ser más profunda y carácter de los niños.
Cuando una mujer se queda embarazada, ya desde el momento de la fecundación, el feto tiene una percepción emocional que le es transmitida a través de su madre ya que están unidos a nivel mental, emocional y fisiológico y esta percepción perdura hasta los dos años de edad.
Estaría bien que el feto pudiera pensar cuando su madre está triste, preocupada, angustiada o estresada que esos sentimientos no le pertenecen, pero el solo puede sentir y hacer suyo, todo lo que sucede en el día a día de su madre lo va inscribiendo a lo largo de la gestación, y lo va sintiendo como algo propio.
Por esa razón es tan importante controlar el estrés continuado durante el embarazo, y crear momentos de relajación durante el día, ya que de ese modo ayudamos al bebé a nivel emocional y físico.
También es muy positivo que el padre se vincule con el bebé hablándole, cantándole, de ese modo acabará reconociéndole y creando un vínculo que le transmitirá calma.
Una vez el bebé ya ha nacido, este seguirá unido a su madre y su percepción emocional será una de las formas para aprender y comunicarse con su entorno, por esa razón hay que saber atender las necesidades de los recién nacidos.
La necesidad más importante para un bebé es el contacto físico, incluso más que comer, se han visto casos, sobretodo de niños que están en orfanatos, que aún teniendo comida, han muerto por no recibir contacto físico, y es que el contacto, abrazarlos, acunarlos, pasearlos en brazos,... les alimenta emocionalmente, se sienten protegidos, atendidos, queridos y es una necesidad básica para cualquier persona, ya que la falta de contacto crea distanciamiento, frialdad, aislamiento, sufrimiento...
Los humanos somos los únicos mamíferos que nacemos indefensos, la mayoría pueden caminar nada más nacer, a los humanos nos hace falta como nueve meses más para empezar a independizarnos un poco de nuestra madre, por ello lo ideal sería hacer como los canguros, llevar al niño otros nueve meses más en una mochila, bandolera o fular, donde el bebé se sintiera protegido y acogido al igual que cuando estaba en el vientre de su madre.
Llorar es la única forma que tienen los bebés de comunicar sus necesidades, por ello también tienen que ser atendidos al instante, no valen excusas, lo primero ante todo es atender el llanto de un bebé porque nos está reclamando, es una llamada de socorro que no podemos dejar de atender.
En varias ocasiones he visto por la calle situaciones que no llego a comprender, madres, padres o abuel@s que ante el llanto trágico de un bebé de días o meses, que precisamente la naturaleza lo ha hecho desgarrador para que nos llegue al alma, simplemente se dedican a mover el cochecito y esperar a que se callen por agotamiento.
¿Qué mensaje se les está dando a estos bebés?
No te preocupes porque estoy a tu lado
Estate tranquilo porque no te pasará nada
O La vida es dura y es lo que hay?.
Me gustaría saber cómo se sentirían esas personas si cuando están mal, tristes, deprimidas o tienen algún malestar, las personas a las que más quieren y en las que más confían les dieran una palmadita en la espalda y les dijeran “venga, venga no será para tanto, no llores que estás muy fe@ y me tienes cansad@ de tanto lloriqueo”.
Los humanos somos los únicos mamíferos que nacemos indefensos, la mayoría pueden caminar nada más nacer, a los humanos nos hace falta como nueve meses más para empezar a independizarnos un poco de nuestra madre, por ello lo ideal sería hacer como los canguros, llevar al niño otros nueve meses más en una mochila, bandolera o fular, donde el bebé se sintiera protegido y acogido al igual que cuando estaba en el vientre de su madre.
Llorar es la única forma que tienen los bebés de comunicar sus necesidades, por ello también tienen que ser atendidos al instante, no valen excusas, lo primero ante todo es atender el llanto de un bebé porque nos está reclamando, es una llamada de socorro que no podemos dejar de atender.
En varias ocasiones he visto por la calle situaciones que no llego a comprender, madres, padres o abuel@s que ante el llanto trágico de un bebé de días o meses, que precisamente la naturaleza lo ha hecho desgarrador para que nos llegue al alma, simplemente se dedican a mover el cochecito y esperar a que se callen por agotamiento.
¿Qué mensaje se les está dando a estos bebés?
No te preocupes porque estoy a tu lado
Estate tranquilo porque no te pasará nada
O La vida es dura y es lo que hay?.
Me gustaría saber cómo se sentirían esas personas si cuando están mal, tristes, deprimidas o tienen algún malestar, las personas a las que más quieren y en las que más confían les dieran una palmadita en la espalda y les dijeran “venga, venga no será para tanto, no llores que estás muy fe@ y me tienes cansad@ de tanto lloriqueo”.
Hay una frase que dice "QUIEREME CUANDO MENOS LO MEREZCA PORQUE SERÁ CUANDO MÁS LO NECESITE" quizás debamos tenerla presente en esos momentos que nuestros hijos nos hacen perder los nervios, seguro que nos están reclamando atención.