miércoles, 22 de julio de 2009

Las percepciones emocionales de los bebés



No hay normas ni métodos infalibles cuando se trata de educar a un hijo, cada persona es diferente y ha tenido unas experiencias en su infancia y su vida que le llevan a educar a sus hijos de una forma u otra. Pero seguramente todo el mundo tiene la necesidad de sentirse querido y por eso sería necesario intentar reconocer las necesidades y las emociones de los niños.

Yo aprendí a través de cursos, charlas, libros y experiencias sobre las emociones infantiles y aún sigo sorprendiéndome. Hay investigaciones que han demostrado que durante la gestación, nacimiento y primera infancia se crean los cimientos de la forma de ser más profunda y carácter de los niños.

Cuando una mujer se queda embarazada, ya desde el momento de la fecundación, el feto tiene una percepción emocional que le es transmitida a través de su madre ya que están unidos a nivel mental, emocional y fisiológico y esta percepción perdura hasta los dos años de edad.

Estaría bien que el feto pudiera pensar cuando su madre está triste, preocupada, angustiada o estresada que esos sentimientos no le pertenecen, pero el solo puede sentir y hacer suyo, todo lo que sucede en el día a día de su madre lo va inscribiendo a lo largo de la gestación, y lo va sintiendo como algo propio.

Por esa razón es tan importante controlar el estrés continuado durante el embarazo, y crear momentos de relajación durante el día, ya que de ese modo ayudamos al bebé a nivel emocional y físico.

También es muy positivo que el padre se vincule con el bebé hablándole, cantándole, de ese modo acabará reconociéndole y creando un vínculo que le transmitirá calma.

Una vez el bebé ya ha nacido, este seguirá unido a su madre y su percepción emocional será una de las formas para aprender y comunicarse con su entorno, por esa razón hay que saber atender las necesidades de los recién nacidos.


La necesidad más importante para un bebé es el contacto físico, incluso más que comer, se han visto casos, sobretodo de niños que están en orfanatos, que aún teniendo comida, han muerto por no recibir contacto físico, y es que el contacto, abrazarlos, acunarlos, pasearlos en brazos,... les alimenta emocionalmente, se sienten protegidos, atendidos, queridos y es una necesidad básica para cualquier persona, ya que la falta de contacto crea distanciamiento, frialdad, aislamiento, sufrimiento...

Los humanos somos los únicos mamíferos que nacemos indefensos, la mayoría pueden caminar nada más nacer, a los humanos nos hace falta como nueve meses más para empezar a independizarnos un poco de nuestra madre, por ello lo ideal sería hacer como los canguros, llevar al niño otros nueve meses más en una mochila, bandolera o fular, donde el bebé se sintiera protegido y acogido al igual que cuando estaba en el vientre de su madre.

Llorar es la única forma que tienen los bebés de comunicar sus necesidades, por ello también tienen que ser atendidos al instante, no valen excusas, lo primero ante todo es atender el llanto de un bebé porque nos está reclamando, es una llamada de socorro que no podemos dejar de atender.

En varias ocasiones he visto por la calle situaciones que no llego a comprender, madres, padres o abuel@s que ante el llanto trágico de un bebé de días o meses, que precisamente la naturaleza lo ha hecho desgarrador para que nos llegue al alma, simplemente se dedican a mover el cochecito y esperar a que se callen por agotamiento.

¿Qué mensaje se les está dando a estos bebés?
No te preocupes porque estoy a tu lado
Estate tranquilo porque no te pasará nada
O La vida es dura y es lo que hay?.

Me gustaría saber cómo se sentirían esas personas si cuando están mal, tristes, deprimidas o tienen algún malestar, las personas a las que más quieren y en las que más confían les dieran una palmadita en la espalda y les dijeran “venga, venga no será para tanto, no llores que estás muy fe@ y me tienes cansad@ de tanto lloriqueo”.




Hay una frase que dice "QUIEREME CUANDO MENOS LO MEREZCA PORQUE SERÁ CUANDO MÁS LO NECESITE" quizás debamos tenerla presente en esos momentos que nuestros hijos nos hacen perder los nervios, seguro que nos están reclamando atención.



lunes, 6 de julio de 2009

La Reflexología Podal en los Bebés


A veces a los padres les resulta difícil saber qué es lo que les pasa o reclaman los bebés. Tenemos que entender que la única forma que ellos tienen para comunicar sus necesidades es a través del llanto.

Dentro del vientre de la madre, tenían todo lo que ellos necesitaban: calor, alimento, ruidos, movimientos y unas sensaciones que ya conocían y a las que estaban acostumbrados.
De pronto, pierden ese paraíso y descubren un lugar extraño, dónde no conocen nada, dónde el calor de su madre se ha sustituido por una cuna fría, solitaria y sin movimientos ni ruidos y entonces los bebés expresan con su llanto todo lo que los molesta o necesitan.

Los bebés aprenden de sus padres qué pueden esperar de este nuevo mundo, según la forma como satisfagan sus necesidades. Si son atendidos inmediatamente a sus demandas o si los dejan llorar hasta que se callan por agotamiento. En el primer caso se sentirán queridos y valorados y en el segundo caso creerán que no vale la pena esforzarse porque no obtienen los resultados que desearían.

Una necesidad muy importante que tienen incluso más que la comida, es la necesidad de contacto físico, cogerlos y abrazarlos les hace sentirse seguros, queridos y valorados, “y no por ello se mal acostumbran” , simplemente a todo el mundo nos gusta que nos abracen y consuelen.

En cualquiera de estas ocasiones la Reflexología Infantil puede ser para los padres un aliado perfecto, aun cuando no sepamos que necesitan los bebés, la sensación de sentir que les están atendiendo será suficiente, pues vuestras manos en su piel les aportará tranquilidad, confianza y seguridad.

Tocar sus pies les produce placer y fortalece el vínculo entre padres e hijos. Además de liberarlos del estrés de la infancia y podéis estar seguros que crecerán conservando en la memoria el bienestar que sienten cuando sus padres juegan con sus pies.